Esta planta que crece totalmente sumergida tiene un color verde vivo que la hace destacar. Sus hojas crecen alrededor de su tallo formando anillos que le dan una estructura tubular. Es de crecimiento rápido y se reproduce muy bien por esquejes que se entierran directamente en el sustrato. Es una planta muy extendida en el mundo de la acuariofilia por su poca exigencia y fácil mantenimiento.

En este caso nos encontramos con dos especies distintas del mismo género a las que se suele llamar papiro indistintamente, aunque sea más común encontrarnos con el Paraguas. Ambas plantas viven a pleno sol en zonas húmedas o encharcadas con las raíces sumergidas en agua pero los tallos y las hojas crecen hasta salir del agua. Las dos especies se pueden reproducir por división de mata ya que se van extendiendo por el terreno. En el caso del Paraguas, una forma curiosa de reproducirlo es cortando una hoja y metiéndola en el agua boca abajo, en unas semanas saldrá de ella una nueva planta. Una de las grandes diferencias entre las dos plantas es su tamaño con el gran Papiro que llega hasta los 3 metros mientras que el Paraguas se queda en la mitad 1,5 metros. Sus hojas también son distintas, las del Paraguas son planas mientras que las del Papiro son como filamentos en la punta del tallo.